En un mundo amenazado por el cambio climático, el impulso hacia una economía más respetuosa con el medio ambiente no es una opción, es una obligación. Para lograr ese desarrollo sostenible, la bioeconomía, que la FAO define como “la producción basada en el conocimiento y el uso de recursos, procesos y métodos biológicos para proporcionar bienes y servicios de manera sostenible en todos los sectores económicos”, se vuelve imprescindible”.